Hace unas semanas, se realizó en nuestra finca El Cerro de Sevilla, una jornada de anillamiento. Un método de estudio esencial para comprender el estado de los ecosistemas, que consintió en recoger de las cajas nidos y los nidos naturales, 4 especies: mochuelos, búhos chicos, laguneros y cernícalos que han anidado en la finca.
A cada animal se le colocó una anilla metálica que contiene un código numérico registrado en una base de datos donde viene reflejada la fecha de anillamiento, la ubicación y la especie.
Gracias al anillado, podremos conocer más a fondo cada especie: su migración, longevidad, mortalidad, alimentación.
Resulta esencial conocer cómo y por qué cambian las poblaciones en el tiempo. Por ello, el seguimiento de la poblaciones resulta crucial para poder identificar los problemas de conservación y gracias a los anillamientos podemos realizar ese rastreo.
